¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE CADA UNA? ¿PARA QUÉ LAS USAN LOS DEPORTISTAS? Un gran número de deportistas repiten ciertos patrones motores en situaciones concretas. Los futbolistas, por ejemplo, bien sea a la hora de vestirse, colocándose las medias de futbol del revés, al celebrar un gol, besando un anillo, o al entrar al campo haciendo la señal de la cruz o pisando primero con el pie derecho.
- Danielle Goldstein, amazona de salto ecuestre israelí besa a su caballo de la misma manera cada vez que entra a la pista. 💋
- Usain Bolt, campeón mundial de 100mts llanos, antes de cada carrera, se santigua. ✝️ - Tiger Woods, campeón mundial de golf, siempre lleva una camisa o polo de color rojo en las finales. 🔴
- Cristiano Ronaldo, suele entrar en el campo dando unos saltitos pequeños y, finalmente, uno más grande. 👣
- Gervasio Deferr, el español bicampeón olímpico de gimnasia artística, un halcón entre las anillas, repite mecánicamente antes de cada rutina la misma frase para focalizar su concentración en cada ejercicio: “lo que hace falta antes de un buen ejercicio es una ducha de agua fría”.
- Michael Phelps, múltiple medallista olímpico de natación, se relajaba mirando documentales de “Planet Heart” y unos segundos antes de saltar del podio en cada carrera, realiza unos estiramientos con las extremidades superiores . 🙌
- Rafa Nadal, realiza múltiples patrones motores repetidos: Rutina en el saque de fondo. Limpiar líneas con las zapatillas y tocarse en un orden preestablecido orejas, nariz y hombros. Sacarse el calzoncillo. No pisar las líneas en los cambios de campo. Morder trofeos. Colocación exacta de las botellas de agua en el suelo. 😲
- Serena Williams, una de las mejores tenistas del mundo, se pone las mismas medias en todos los torneos y hace picar la pelota cinco veces en el primer saque, y tres en el segundo.
✴️ MANÍAS o RITUALES: Ambos son conductas repetitivas que han sido incorporadas a la rutina diaria de la persona. Pero, a diferencia de las compulsiónes, el RITUAL no está relacionada con pensamientos (manía = obsesión), no producen angustia y realizarlas o no es, en parte, controlable y, por supuesto, no interfieren con la funcionalidad de la persona que las realiza. Los deportistas las utilizan debido al intenso nivel deportivo y necesidad de altísima concentración. Meterse en el “Juego Mental”, como en el caso de Nadal. La única forma de poder definir si esos actos motores corresponden a un TOC o a una MANÍA, sería preguntándonos: ¿Cómo me sentirían si no los hiciera? Si la respuesta es, «no podría competir», apuntaría a una COMPULSIÓN. También nos ayudaría el saber ¿por qué motivos lo realizo? o ¿qué consecuencias podría tener no hacerlos?
✴️ RITUALES ¿Para qué sirven los rituales? Los rituales de refuerzo mental tienen como objetivo general ayudar al jugador a competir mejor: liberando tensión, manejando la presión del ambiente competitivo, manteniendo la concentración, manteniendo una activación óptima en cada momento, etcétera. El objetivo específico del ritual es evitar los pensamientos que se dan en el ambiente de competición, tanto negativos como positivos. “El hecho de pensar, aunque sea en pensamientos ➕, hace ya que sea más probable el tener pensamientos ➖ intrusivos y para ello lo más importante es que todo el ritual esté perfectamente establecido.”
✴️ CÁBALAS/SUPERSTICIONES
¿En qué se diferencian de los rituales? Las supersticiones son creencias sin fundamento racional que consisten carácter mágico o sobrenatural a determinados sucesos o en pensar en que determinados hechos proporcionan buena o mala suerte. Según el psicólogo deportivo René Areizaga el tener una rutina de preparación es importantísimo para un deportista. Sin embargo, “hay momentos donde el deportista crea supersticiones […] y el problema es que el deportista depende de ello” (René Areizaga) La principal diferencia entre un ritual y una superstición es que el ritual depende y está controlado por el competidor, la superstición no depende del deportista. Los rituales son beneficiosos para los deportistas siempre y cuando ayuden al competidor a evitar cualquier pensamiento, a tener mayor percepción de control y haga que toda su concentración vaya dirigida hacia el ejercicio de ejecución en sí mismo y, sobre todo, dependa del mismo competidor para llevarlo a cabo.
Los deportistas tienen muy marcados estos rituales en su mente pues la posibilidad de distraerse durante el tiempo de juego o carrera, con miles de personas alrededor, los ruidos de la grada, los espectadores usando sus teléfonos móviles, las pantallas gigantes enfocándoles a ellos o a los espectadores, es muy alta. Sin embargo, la realidad es que el fracaso o el éxito de los acontecimientos no dependen de cumplir o no un ritual, éste no tiene valor en sí mismo, pero sí puede influir en las expectativas y formas de actuar. Estos rituales aportan a los deportistas una fuerza psicológica extra y la posibilidad de mantener la mente focalizada en el juego sabiendo en cada momento lo que tienen que hacer, aumentando su nivel de concentración y rendimiento deportivo además de disminuir la tensión o ansiedad que pueda generarles.
Cabe destacar que creer en exceso en factores externos puede impedir que asuman responsabilidades y crear dependencia, lo que podría empujar al fracaso. Aquí entra en juego lo que llamamos profecía autocumplida, es decir, que si confiamos en que algo pasará, sea bueno o malo, actuamos de manera que forzamos que suceda. La superstición puede acabar teniendo graves consecuencias si se lleva al extremo y genera obsesión, por lo que, si eso ocurre, sería adecuado introducir métodos alternativos para enfrentarse a las incertidumbres de la vida, como enseñar a tomar decisiones y evaluar de forma crítica la fuente de nuestras propias creencias.
Confía en ti mismo porque tú eres el verdadero responsable de tu suerte y focalizando la atención en aquello que quieres, lograras tus objetivos.
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